Otro mal hábito devastador es el estrés, que puede actuar como causa y efecto de otros problemas como falta de sueño, problemas sociales, entorno, etcétera. Aunque sea muy sencillo escribir aquí “oye, no te estreses”, todos sabemos que la realidad es bien distinta, más si cabe con el contexto histórico que estamos viviendo en estos momentos. Sin embargo, no porque un problema sea difícil de solucionar debe verse relegado a un segundo plano. Si sabes o tienes serias sospechas de que tus niveles de estrés están más altos de lo que deberían, haz todo lo que esté en tu mano para cambiar eso.